Desnuda inclinación

La poesía es imagen, palabras que cantan la identidad y los secretos del alma, hipnóticamente se convierten en música en los labios de aquellos que se entusiasman al declamarla.

Desnuda inclinación, poemario de Nubia González es la muestra artística de la valentía, la autora expone en ciento nueve páginas una historia de coraje. El despertar de sus pasiones que se encienden bajo el influjo del mismo cuerpo que habita. Rompe la regla, aquella donde lo opuesto se atrae.


El poemario se divide en tres etapas:


En la primera, decidida  afronta al mundo que la juzga, aceptando sus inclinaciones y gustos sexuales por su mismo género. Es la reafirmación de sus sentimientos.


Para cuando tus ojos lean este poema
habré dejado de masticar el vidrio
que me refleja y amo
Mi boca no sangrará más vergüenza.


En la segunda, florecen los matices, los amores y desamores, las risas y los llantos, los enamoramientos y desencantos, las pasiones y el erotismo, las alianzas y las traiciones. Todos conforman el vertiginoso camino del amor y la entrega.


No quiero arrancarme
el sudor, el flujo seco en mis dedos, el olor.
No quiero que el jabón arrastre al desagüe el placer vivido,
tampoco quiero sacudirme y sentir
que era otro: sueño húmedo.


En la tercera, la certeza de estar en lo correcto, es su vida. Las experiencias le dicen al oído que es la mujer que siempre ha querido ser, la dama que reconoce el verdadero amor en sus propias formas, en los cuerpos que bien conoce porque siempre ha habitado en ellos.


Siempre mi carne tendrá un mismo destino
hembra   mujer   fémina   dama   señora   Eva.


Nubia en su Desnuda inclinación abre las puertas de los amores “prohibidos”, el erotismo y la pasión se alzan en versos que sin importar sus momentos de crudeza son hermosos alivios.


Vale destacar que el poemario tiene varias ilustraciones de Gustavo Löbig, imágenes que también son poesía.



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